viernes, 28 de marzo de 2008

Juanes: ecumenismo al son de guitarras…



En los últimos tres años de mi vida años he tenido la maravillosa oportunidad de vivir y caminar por realidades políticas, sociales y religiosas, pertenecientes a dos espacios geográficos, como lo son Venezuela y nuestra hermana República de Colombia. Como tantos Venezolanos, desde mi niñez entre los diferentes roles de vida propia, la presencia de los hermanos Colombianos era vista en nuestra sociedad Venezolana como una consecuencia natural ante la cercanía geográfica, las similitudes étnicas y hasta por la búsqueda de un mejor futuro económico (de parte de colombianos) ante la “divina provisión” del petróleo en tierras venezolanas.
Como es del saber de la mayoría, en los últimos meses se ha venido dando una coyuntura política entre estos dos países, por corrientes de pensamiento diferentes entre los mandatarios de estos países. Grande ha sido la tensión vivida, de igual forma mucho se ha dicho en el desenvolvimiento de esta tensión política (antes y después de la famosa cumbre de Río). Los diferentes sectores sociales se pronunciaron para ir en pro o en contra de determinada posición. Sin embargo, lo que mas ha llamado la atención en estos últimos días, fue la convocatoria del canta-autor colombiano Juanes, para este domingo 16 de marzo de 2008 en la frontera colombo-venezolana, donde los musicólogos quedaron atónitos al ver esta pluralidad de cantantes de diferentes ritmos, donde no solo latinoamericanos como: C. Vives, J. L. Guerra, R. Montaner, J .F. Velazco entre otros, sino también los europeos como M. Bose y el controversial Alejandro Sanz.[1]
Esta cumbre artística propuesta por Juanes la catalogo como pluricultural y ecuménico-artística, para aportar su grano de arena en pro de la solución de un conflicto, que como ente social sabía que estaba afectando su nación y los habitantes de las naciones vecinas. Juanes no se quedó como espectador desde la comodidad del sector social (el artístico) al cual pertenece, sino que dijo presente y abrió una convocatoria sin miedos, diciendo: “aquí estoy para ayudar con lo que Dios me dio, ¿quien me acompaña?”. Gran sorpresa para el cantante colombiano fue cuando las manos extendidas se multiplicaban diciendo te acompaño. Me hizo reflexionar esto y dije: Señor el milagro de Andrés[2] al ofrecer los peces y los panes se repite hoy con este hombre.
Fue hasta este momento donde caí en cuenta que casi todos los sectores de la sociedad se pronunciaron con sus pocos peces y panes para aportar su grano de arena en pro de solucionar el conflicto, y desde mi reflexión me pude observar estático e inerte (revisa la ortografía de esta palabra) junto al sector social al cual pertenezco (Cristiano evangélico), como si el asunto no fuese tocante a mi persona, y desde mi “burbuja evangélica” me contemplaba en primera fila junto a otros hermanos en la fé mirando los toros desde la barrera. Me preguntaba: ¿A qué se debe esta pasividad de nuestra parte? ¿Será por que consideramos que no tenemos que aportar? ¿Consideramos que son asuntos que no tienen que ver con nuestra espiritualidad? O quizás ¿Será que el protegernos de cualquier asunto que nos pueda dar un tinte ecuménico o pluralista, es lo que nos detiene ante cualquier acción en pro de la salvación del ser humano en el aquí y el ahora? Las respuestas pueden ser diversas, las dejo en manos de los que toman unos minutos para leer mi reflexión, pero antes de dar respuestas les invito a hacer una lectura de la vida de Jesús. En mi lectura de Jesús veo un individuo presente en el aquí y el ahora de la sociedad a la cual pertenecía, participando y dando respuestas al momento de la historia en la que vivía. Si dar un aporte para detener el detrimento del ser humano en pro de su salvación, en el aquí y el ahora, me lleva a ponerme de acuerdo con otros sectores de la sociedad… “quiero ser ecuménico como Juanes”.
Por ultimo amigo lector permítame una ligereza y dejar como consigna reflexiva la frase de una canción de Sanz: “No es lo mismo estar de un lado, que echarse a un lado”.


[1] Alejandro Sanz se le prohibió en pasado año dar una gira de conciertos en Venezuela por sus diferencias ideológicas con el régimen Venezolano y Cubano.
[2] Pasaje bíblico en el evangelio encontrado en los evangelios, donde un joven ofrece lo que tiene y Dios hace una multiplicación milagrosa.

2 comentarios:

Yris dijo...

Querido Alexis:

Leìda tu reflexiòn estoy totalmente de acuerdo con ella, sobre todo, en lo que afirmas sobre la pasividad de la comunidad cristiana evangèlica en involucrarse en hechos sociales, en opinar. Es triste, pero es verdad, y ocurre no sòlo en los adeptos a la iglesia evangèlica, sino en general, en todo grupo religioso, llamese: mormòn, judìo, testigo de Jehivà, etc.. pareciera que se creyera que lo espiritual o la bùsqueda de Dios està desligada totalmente de nuestra realidad material, lo que ocurre cada dìa a nuestro alrededor. Serà como tù dices que pensamos que no tenemos nada que aportar?
Por ejemplo, me llama la atenciòn que cuando ocurre una tragedia que conmueve al mundo, como un terremoto o inundaciones donde hay pèrdidad masivas de vidas humanas y daños materiales, tù ves como dicen presente artistas, hombres y mujeres civiles que no se identifican con ningùn grupo "cristiano" o religioso en general, y estàn allì, dando su tiempo, dinero, ofrendas, para ayudar al pròjimo...Y la iglesia donde està? y los cristianos evangèlicos por què no dicen "presente"? ni los judiòs? ni los budistas? Acaso estàn en sus templos orando? La oraciòn ayuda, y no digo que no se haga, pero la fè sin obras es muerta. Debemos ir al campo de la acciòn, que se nos vea la cara en donde hay necesidad y dolor llevando nuestra ofrenda y ayuda con nuestras manos, nuestro tiempo, nuestro dinero y nuestra presencia. Que cuando ocurra algùn hecho social que perturbe al mundo, slaga en los titulares de la prensa: "Comunidad evangèlica se uniò y donò $500.000 para esta tragedia"...o "Judiòs del mundo en oraciòn y sedakà acompañaron a los damnificados del sunami, dieron su tiempo y trajeron toneladas de alimentos"..por ejemplo.
Los que creemos en Dios debemos recordar que Jesùs acompañò su mensaje de amor con hechos.
Yris Quijada
Venezuela

jair dijo...

La realidad politìca de nuestra region(america del sur)merece un debate abierto de ideas desde el academisìsmo evangèlico, de tal manera q se canalice hasta el lugar de la praxis del pensamiento o ideologìa evangelica que es la Iglesia; mientras la academia siga arraigada alos dogmas de sus antiguos origenes y mantenga una relaciòn incestuosa con el sistema econòmico -ideològico anglosajon, simplemente como decìa Marx la religiòn sigue siendo el opio de nuestra amada amèrica latina y es obvio y no de culpar q la Iglesia siga inerte y no reaccione ante tales coyonturas, es menester entonces despertar primero a los acàdemicos y hacer una relectura de leonardo Boff y Juan Stamp y dejar de entretenernos con las discusiones de tipo confecionales y trabajar mas con nuestra propia realidad politica, la cual se encarna mas y mas en el contexto de nuestros templos y feligreses, por ùltimo quienes deberìan reaccionar con behemencia son los teologos que se duermen en sus laureles...a despertar Teologos.