viernes, 28 de marzo de 2008

Juanes: ecumenismo al son de guitarras…



En los últimos tres años de mi vida años he tenido la maravillosa oportunidad de vivir y caminar por realidades políticas, sociales y religiosas, pertenecientes a dos espacios geográficos, como lo son Venezuela y nuestra hermana República de Colombia. Como tantos Venezolanos, desde mi niñez entre los diferentes roles de vida propia, la presencia de los hermanos Colombianos era vista en nuestra sociedad Venezolana como una consecuencia natural ante la cercanía geográfica, las similitudes étnicas y hasta por la búsqueda de un mejor futuro económico (de parte de colombianos) ante la “divina provisión” del petróleo en tierras venezolanas.
Como es del saber de la mayoría, en los últimos meses se ha venido dando una coyuntura política entre estos dos países, por corrientes de pensamiento diferentes entre los mandatarios de estos países. Grande ha sido la tensión vivida, de igual forma mucho se ha dicho en el desenvolvimiento de esta tensión política (antes y después de la famosa cumbre de Río). Los diferentes sectores sociales se pronunciaron para ir en pro o en contra de determinada posición. Sin embargo, lo que mas ha llamado la atención en estos últimos días, fue la convocatoria del canta-autor colombiano Juanes, para este domingo 16 de marzo de 2008 en la frontera colombo-venezolana, donde los musicólogos quedaron atónitos al ver esta pluralidad de cantantes de diferentes ritmos, donde no solo latinoamericanos como: C. Vives, J. L. Guerra, R. Montaner, J .F. Velazco entre otros, sino también los europeos como M. Bose y el controversial Alejandro Sanz.[1]
Esta cumbre artística propuesta por Juanes la catalogo como pluricultural y ecuménico-artística, para aportar su grano de arena en pro de la solución de un conflicto, que como ente social sabía que estaba afectando su nación y los habitantes de las naciones vecinas. Juanes no se quedó como espectador desde la comodidad del sector social (el artístico) al cual pertenece, sino que dijo presente y abrió una convocatoria sin miedos, diciendo: “aquí estoy para ayudar con lo que Dios me dio, ¿quien me acompaña?”. Gran sorpresa para el cantante colombiano fue cuando las manos extendidas se multiplicaban diciendo te acompaño. Me hizo reflexionar esto y dije: Señor el milagro de Andrés[2] al ofrecer los peces y los panes se repite hoy con este hombre.
Fue hasta este momento donde caí en cuenta que casi todos los sectores de la sociedad se pronunciaron con sus pocos peces y panes para aportar su grano de arena en pro de solucionar el conflicto, y desde mi reflexión me pude observar estático e inerte (revisa la ortografía de esta palabra) junto al sector social al cual pertenezco (Cristiano evangélico), como si el asunto no fuese tocante a mi persona, y desde mi “burbuja evangélica” me contemplaba en primera fila junto a otros hermanos en la fé mirando los toros desde la barrera. Me preguntaba: ¿A qué se debe esta pasividad de nuestra parte? ¿Será por que consideramos que no tenemos que aportar? ¿Consideramos que son asuntos que no tienen que ver con nuestra espiritualidad? O quizás ¿Será que el protegernos de cualquier asunto que nos pueda dar un tinte ecuménico o pluralista, es lo que nos detiene ante cualquier acción en pro de la salvación del ser humano en el aquí y el ahora? Las respuestas pueden ser diversas, las dejo en manos de los que toman unos minutos para leer mi reflexión, pero antes de dar respuestas les invito a hacer una lectura de la vida de Jesús. En mi lectura de Jesús veo un individuo presente en el aquí y el ahora de la sociedad a la cual pertenecía, participando y dando respuestas al momento de la historia en la que vivía. Si dar un aporte para detener el detrimento del ser humano en pro de su salvación, en el aquí y el ahora, me lleva a ponerme de acuerdo con otros sectores de la sociedad… “quiero ser ecuménico como Juanes”.
Por ultimo amigo lector permítame una ligereza y dejar como consigna reflexiva la frase de una canción de Sanz: “No es lo mismo estar de un lado, que echarse a un lado”.


[1] Alejandro Sanz se le prohibió en pasado año dar una gira de conciertos en Venezuela por sus diferencias ideológicas con el régimen Venezolano y Cubano.
[2] Pasaje bíblico en el evangelio encontrado en los evangelios, donde un joven ofrece lo que tiene y Dios hace una multiplicación milagrosa.

UNA IDEA PARA CAMBIAR EL MUNDO

Imagino que muchos al escribir su idea de cómo “cambiar el mundo” pensarán en diversas maneras. entre ellas, la idea de un cambio propio, con el cual puedan hacer de ellos una mejor persona, y por consecuencia ser de “bendición” a otros, pero esa idea (de bendición a otros) es un tanto relativa, porque de una u otra forma tenemos una particular manera de pensar y vivir, desde nuestro propio banco de creencias el cual lo conforma: la cultura, la religión, la estructura familiar, las carencias o abundancias, en fin una serie de particularidades propias de cada grupo social, aun los que conviven en un mismo espacio geopolítico.
Plantear una idea para cambiar el mundo, me evoca cuando era niño y quería ser rico, para mejorar la difícil situación económica por la cual atravesaba junto a mi madre y mis dos hermanas, como consecuencia la bien llamada irresponsabilidad paterna. Desde entonces he pensado y ejecutado ideas para darle un giro al futuro poco promisorio que como familia estábamos destinados, donde pude ver erigirse a una mujer (mi madre) cabeza de hogar sacando fuerzas de donde no tenia para cumplir con lo que ella consideraba su responsabilidad, no para cambiar al mundo pero si para cambiar nuestra suerte: criarnos y educarnos con valores centrados en el respeto a nosotros mismos y a los demás. Puedo decir que ella logró lo que se propuso, aunque yo no he logrado ser rico. Planteo esta particularidad de mi vida porque muchas veces las soluciones planteadas a los problemas no non las acertadas, por lo que muchas veces se alcanzan las metas planteadas pero no necesariamente la solución al problema.
Las instituciones, religiones, los políticos, los empresarios, las diferentes disciplinas de las ciencias y hasta algunas organizaciones no gubernamentales, entre otras han invertido grandes capitales financieros y recursos humanos en pro de llevar a cabo ideas para un cambio de la situación del mundo, dentro del espacio histórico que les ha tocado vivir. Sin embargo algunas ideas para cambiar el mundo se han convertido en los más grandes conflictos, los cuales han producido cambios, pero esos cambios que benefician a unos han afectado negativamente la vida de otros.
Decisiones de apoyo a una supuesta causa, país, individuo o grupo han desencadenado las más grandes matanzas. Como los apoyos políticos, económicos y armamentistas que los países del primer mundo brindan a los mal llamados países tercer mundistas; por otro lado los grupos religiosos en pro de llevar su mensaje a su entorno, considerando (cada grupo religioso) ser poseedores de la única verdad han encubado en muchos casos el mas arduo sincretismo en el mejor de los casos, sin contar los fuertes conflictos bélicos que en nombre de algunos mensaje religiosos se han producido; los empresarios en busca del desarrollo industrial han generado grandes daños ecológicos, financieros y estructurales; de igual forma las diferentes disciplinas de las ciencias en búsqueda de dar respuestas especificas a la necesidad del ser humano han llegado a la fragmentación del conocimiento, lo cual han producido la sobrepotencialización de unas (disciplinas) sobre otras; en este mismo orden algunas ONG´s, bien intencionadas, también han caído en el desatino al tratar de dar respuestas en torno a la producción de ideas, para el cambio de ciertos flagelos que amenazan al mundo, donde algunos dirigentes han desviado el norte buscando un bien personal, muy lejos del fin inicial.
Posiblemente este análisis parezca fatalista, pero los anales de la historia hablan por si mismos, como el mejor pie de pagina que soporta lo expresado. Referente a lo expuesto, en mi rol de estudiante algunos compañeros de me han recomendado ver el film cadena de favores[1] como un ejemplo a seguir para el bien de mi prójimo inmediato, pero lo cierto es que no pasa de ser una mera recomendación sin praxis. No es una critica a la temática de la película (me parece excelente) sino a la presentación de la misma por parte de muchos como un ideal a poner en practica, pero al mismo tiempo entre líneas se puede observar que es visto como un ideal utópico y no como un ejemplo a seguir.
Por lo que hasta el momento he plantado mi propuesta para cambiar al mundo se basa en tener conciencia la responsabilidad que tenemos como adultos (padres, abuelos, tíos etc.) para con la niñez y la adolescencia en nuestra cotidianidad de vida, de impartir valores centrados en el respeto a ellos mismos y a los demás. Me refiero al respeto a ellos mismos, a la importancia de que desde pequeños lleguen a comprender aprehender que son parte importante de una sociedad que le confiere derechos a un desarrollo integral como seres humanos; por otra parte al apuntar el respeto a los demás como la otra parte que integra mi propuesta, me refiero a presentarle el hecho de la existencia de derechos por ser integrantes de una sociedad va de la mano con responsabilidades y deberes.
Quizá parezca un tanto contradictorio al presentar una ocupación en el niño y no en el cambio del adulto, el caso es que considero que al tomar la responsabilidad de modelar al niño existe una disciplina de modelación propia antes de comenzar la tarea con el infante. Con esto se estaría dando un paso importante, no solo al cambio del adulto (lo cual considero importante) sino al mismo tiempo no dejar cabos sueltos para que la generación futura no tropiece con la misma piedras, tomando en cuenta que la impresión colocada en el niño de hoy determina generalmente el adulto del mañana.
Deseo dejar claro que mi planteamiento a un respeto por mi y por el otro, no traduce bajo ninguna circunstancia una actitud estática y paralizante por miedo a producir daños a terceros, mas bien estar concientes de todas las implicaciones que trae mi óptica de las cosas, tomando en cuenta que los elementos que determinan mi óptica están mediados por componentes pertenecientes a mi grupo étnico, religión, crianza entre otros, el cual puede distar de otros individuos o grupos, que poseen estos mismos componentes, pero con diferentes estructuras internas.
Como plantea Sara Liner en su libro ¿Por que somos diferentes? al considerar la relaciones interpretativas de los individuos de diferentes culturas están mediadas por el espacio geográfico al cual pertenecen, donde los elementos ya nombrados (cultura, religión etc.) ejercen un efecto determinante entre la intención de la acción y el resultado obtenido.[2]
Disculpe mi estimado lector mi intención no es desmeritar lo planteado y desarrollado por estas prestigiosas instituciones nombradas, ni por otros compañeros, pero no puedo dar una receta que no haya ensayado en mi laboratorio de vida y darle a otros como conejillo de indias, sin saber si el resultado conlleva daños a terceros. En mi planteamiento quiero subrayar la relevancia que el apóstol Pablo da a la crianza como resultado de un cambio de vida, al hacerle la recomendación a Timoteo de recordar las enseñanzas impartidas por su madre y abuela como elemento directriz en su andar diario[3]. Por lo que en honor a la verdad mi idea para cambiar el mundo no es más que la receta de vida que doña Ana (mi madre) aplico en mi vida y la de mis hermanas, para mejorar lo que ella consideraba su mundo.
Alexy Soto.
[1]
[2] Lanier Sara, ¿Por qué somos diferentes?, editorial Jucum, Estados Unidos Texas 2004.
[3] Nuevo Testamento, 2ª Timoteo 1: 5

MADE IN AMERICA LATINA

Hacer misiones en América del sur es asunto osado, dado que la labor misionera desde la perspectiva latinoamericana es relativamente joven, en comparación con Europa y Norteamérica, que han sido potencias misioneras a través de la historia de las misiones.Se hace osado no solo por su poca edad, sino que el desarrollo de la misma se ha generado bajo la imitación de la estructura trasmitida por quienes en un inicio dieron a conocer el mensaje del evangelio. Varios historiadores presentan como llegó dicho mensaje a estas tierras.Al respecto, Pablo Deiros en su obra, El protestantismo en América Latina, puntualiza que desde el comienzo del siglo XIX el protestantismo hizo su aparición en estas tierras, fundamentalmente por tres vías: la inmigración, la obra de sociedades bíblicas y la labor misionera. Deiros narra que el contingente de misioneros estaba conformado por anglicanos ingleses, presbiterianos escoceses, bautistas galeses, luteranos alemanes y evangélicos norteamericanos, entre otros.[1] Por causa de ello, en los diferentes espacios latinoamericanos el mensaje del evangelio y la forma de hacer misiones fue leída e interpretada a través de lentes ajenos, pertenecientes a los misioneros foráneos.Posteriormente la participación misionera latinoamericana se ha desarrollado bajo el paradigma importado por dichos predicadores, los cuales se trazaron la tarea de trasmitir el mensaje del evangelio, llegando a cumplir literalmente la tarea de hacer del latinoamericano un discípulo al cual transferirse[2].Esta acción de transferencia ha hecho que la mayoría de los cristianos latinoamericanos conciban la misión como una labor a cumplir. Que ha tenido (y sigue teniendo) como fin ultimo llevar a los habitantes de su Jerusalén, su Judea, su Samaria… y hasta lo ultimo de la tierra el mensaje del evangelio bajo un esquema simplista, reduciendo la labor misionera a una acción mágica: como un “abra cadabra” donde la misión alcanza su esplendor cuando el individuo o grupo que se pretende “ganar para Cristo” repite lo que se ha denominado “la oración de fe”, en la que se lleva al individuo a repetir una formula reconociendo y aceptando a Jesús como su redentor personal sin una verdadera conciencia (conocimiento) de su acción.Ahora bien, este paradigma de la labor misionera no termina al haber alcanzado el clímax de la oración de fe, continúan dos pasos más: el discipulado y la construcción del templo.El discipulado en muchas ocasiones no es mas que la labor de transferir las verdades bíblicas con doctrinas denominacionales, las cuales se colocan de forma implícita casi a la par autoritativa de las Escrituras bíblicas, apoyando el planteamiento doctrinal con versículos bíblicos, muchas veces desarticulados e interpretados por el discipulador.En algunos casos la construcción del templo se ha convertido en la búsqueda del “made in” de la denominación a la cual pertenece el misionero enviado. Este templo no es solamente físico, también es una asimilación conceptual, como es el caso de aquellos lugares donde no se pueden erigir templos por diversas razones políticas, religiosas, económicas etc. Sin embargo los alcanzados en estas partes son contados, sin darse por enterados, como miembros denominacionales del organismo enviador. De esta manera un buen número de cristianos evangélicos en América Latina han hecho presencia misionera sin el mayor cuestionamiento del Cómo, que y para que del paradigma aplicado.Por tanto, se considera necesario aprehender un principio básico de la misión: no se trata de reproducir por imitación las pautas determinadas por una denominación en particular, antes bien tomar los lineamientos presentados en Hechos 15: 10-11, donde se ve claramente que por la gracia del Señor Jesús somos salvos y no por pautas religioso-culturales ajenas, que se convierten en un yugo para quienes pertenecen a una cultura muy diferente.Ante esta situación, hay una pregunta que recobra vigencia: ¿Cómo debe presentarse el mensaje del evangelio a otros pueblos o culturas? Dar respuesta a tal cuestionamiento es un trabajo titánico, para ello es pertinente hacer una observación de cómo presentó Jesús el mensaje del evangelio a otras culturas. En este ejercicio de observación es necesario dejar a un lado las concepciones preestablecidas en cuanto a la forma de hacer misión, es lo que el autor del presente ensayo denomina la práctica de la transdisciplina con Jesús. Dicho en otros términos, es abordar la misión dejando la construcción del esquema propio a un lado y acercarse más al de Jesús.En la acción misionera de Jesús se ve el cumplimiento de una labor que respondía a dos necesidades primordiales en el ser humano; una era la incógnita de trascendencia o liberación de una eternidad condenada al sufrimiento y la otra era su necesidad inmediata y corpórea, las cuales eran visibles en la sociedad Judía y el resto de sociedades circundantes.Para dar respuesta a tales cuestionamientos Jesús usó dos elementos: uno es el respeto que le da a particularidad del ser y el otro es la apertura al dialogo. Tales elementos se pueden notar en el encuentro de Jesús con la mujer samaritana donde el género, la cultura y la religión la hacían diferente, notándose un respeto ante su particularidad; por otra parte, los continuos encuentros con sus adversarios reflejan una apertura al dialogo más que a la imposición, nótese las respuestas a preguntas tales como: a quien dar tributo, la situación de la mujer adultera, entre otros.El cuestionamiento del ¿Cómo? se ha respondido de diversas formas, tomando en cuenta los diferentes factores que rodean el entorno del terreno escogido. No obstante, las respuesta de algún modo están matizadas por los construidos conceptuales como salvación, redención, evangelio, iglesia entre otros, propios de la institución a la cual se pertenece; Para lo cual se propone la….Revisión y reconstrucciónSe han hecho decontrucciones del procedimiento de la labor misionera en Jesús para entenderlo y posteriormente construir un método que contengan los elementos observados; sin embargo se consideraran cuatro componentes presentes en la labor misionera contemporánea latinoamericana, que no se observan en el lineamiento misionológico desarrollado por Jesús, los cuales se resumen a continuación:No hubo una exclusión de aquellos que no responderían con una acción de agradecimiento visible, como los 10 leprosos, referidos en el evangelio de Lucas, donde todos recibieron el milagro de la sanidad y solo uno se devolvió a agradecerle.[3]Hoy la labor misionera se ha convertido en algo así como llegar al everest, donde cada grupo denominacional trabaja en pro de colocar los colores de su bandera al llegar a la meta, convirtiéndose la representación denominacional en un objetivo casi primordialmente implícito en la labor misionera. En tal objetivo de llegar al Everest, cada denominación excluye a aquellos que no pertenecen a su “selecto grupo”No vio al ser humano como una tabla raza para comenzar a escribir sobre ella, lo que es igual a pasar por alto la formación que estos tenían hasta el momento de su encuentro con Él. Más bien los vio como seres humanos con una concepción religiosa ya construida y al mismo tiempo reducida, que limitaban la relación del ser humano con Dios a un paradigma comportamental excluyente, como un ejercito que desfila de forma sincronizada con movimientos exactos en cada uno de los integrantes dirigidos por un principal, no se permite un movimiento diferente para la conservación de la uniformidad. En ese sentido, propongo buscar lo que Nancy Betford denomina la “heterogeneidad complementaria”.Los doce discípulos recibieron de Jesús respuestas para una confrontación con Dios desde su propio banco de creencias, colocándolos ante una confrontación que los llevara a escoger entre su reduccionismo religioso y una vida abundante, no solamente en lo que se refiere a su temporalidad física sino en la trascendencia del ser.No hubo proselitismo. Jesús no invita a militar en una religión en particular. En sus diálogos con los diferentes individuos que experimentaban la magnitud de Dios, ya sea por una sabia explicación o un visible milagro. Se ve a un Jesús que expresa: “lo que haz recibido no lo cuentes”, aunque no le hiciesen caso.La gran comisión de mateo 28: 19-20 por ninguna parte expresa una trabajo de suscripción religiosa. Hacer discípulos a todas las naciones, es una tarea dejada por Jesús para liberar a los cautivos de la opresión, que en la mayoría de los casos viene de una religión enmarcada en paradigmas exclusivistas, excluyentes, opresivos y alienantes.[4]No limita la misión a un tiempo o espacio. A lo largo de la vida se conocen un sin fin de personas (cientos, miles o millones), resultaría ilógico considerar que la tarea ultima de un fiel seguidor de Jesús es hacer que estos se suscriban al cristianismo, considerando esto pretensioso y fuera del lineamiento real de la gran comisión.“Mientras están yendo van proclamando”. En la traducción de la gran comisión se percibe una acción que impregna la cotidianidad del discípulo de Jesús.Si el concepto de misión es que por la dirección del espíritu el misionero se encarna en una cultura dada en particular a la cual es llamado por Dios, tomando como modelo para el envío de Jesús a ser encarnado. Por consecuencia no existen formulas que globalicen la misión en cuanto a una estructura organizacional; por tal razón no se ve en Jesús un desarrollo misionero enmarcado solo en un espacio geográfico exclusivo, ni en una ubicuidad de vida, sino mas bien como parte inherente en su interacción diaria con la sociedad de la épocaOpción a una ruta acertadaLos “No” descritos, son los letreros que advierten el peligro en la ruta marcada por Jesús en la tarea misionera, lo cual asegura el elemento de respeto presente en Jesús en el proceso del dialogo abierto que tiene como tarea dar respuesta al interrogativo de la trascendencia del ser, sin dejar a un lado el aquí y el ahora de los seres humanos, donde desde sus necesidades y carencias grita constantemente por una respuesta, dicha respuesta contenida en Él al expresar “Yo soy el camino (para la respuesta), la verdad (que suple lo corpóreo) y la vida (que da la trascendencia).El respeto y el dialogo no consiste en el simple ejercicio de educación social de escuchar al otro, muchas veces con una actitud de maestro; en ningún registro bíblico Jesús se auto considera maestro, son sus escuchas los que lo calificaron como tal. Por esta razón es pertinente la invitación del teólogo Hans Küng a conocer, respetar y admirar al otro,[5] no como un mero ejercicio de respeto, sino para el desarrollo de un encuentro que produzca un dialogo evitando así la frustración de la labor misionera.Se puede considerar una quimera el planteamiento del conocer, aceptar y admirar al otro dentro de nuestros espacios religiosos sistematizados por un absoluto, en cuanto a la labor misionera. Este planteamiento no es una quimera, es más bien una urgencia ante un sistema cada vez más particularizado. El reconocimiento y el respeto son los himnos que en diferentes formas y maneras caracterizan a cada grupo o individuo dentro de su espacio de convivencia.No es un señalamiento de culpables, mas bien una llamada de atención a todos aquellos que con el mayor de los esfuerzos y compromiso hoy día desde Latinoamérica se esfuerzan arduamente en hacer misiones desde las diversas áreas de la tarea misionera.Misión Integral y Agente Trasformador, son conceptos que se han puesto en la mesa de discusión para tocar el tema de las misiones en diferentes espacios, con el fin de abarcar la totalidad de la tarea de la iglesia en la labor misionera. Sin embargo estas propuestas siguen viendo al individuo como un paciente que necesita que le suministren un tratamiento que lo lleve a dar los tres pasos (oración de fe, discipulado y miembro denominacional) donde se le proporciona un cuestionario con preguntas y respuestas establecidas, para que las aprenda.Se ha considerado hasta aquí que las dos interrogativas primordiales del ser humano son: el aquí y el ahora, sin dejar a un lado su trascendencia. No obstante, este par de preguntas son formuladas por el ser humano de diferentes formas, según la particularidad de vida de cada uno. Es como el arco iris que está formado por diversidad de colores pero cada uno de ellos se ubica adecuadamente, de forma tal que no pierde la esencia de lo que es cada uno en sus colores, pero finalmente el mensaje es el mismo “no volverá a llover”, la seguridad de una encuentro verdadero con Dios que le asegure la lejanía de la tormenta.Igualmente en el campo misionero el sujeto al cual se le presentan las buenas nuevas debe tener la oportunidad de recibir la respuesta de vida sin llevar consigo la obligación de aceptar “bíblico” que su interlocutor (misionero, iglesia u organización paraeclesial) adoptó o construyó para si.Se considera que una reflexión y adecuación del paradigma de la misión en donde el latinoamericano se presenta como ente activo es necesaria para la ascertividad de la misión y llegar a producir lo que Bedford describe como el resultado consecuente la formación de discípulos dispuestos al discernimiento que los conduzca a la misión integral.[6] Se trata de una labor misionera que tenga el propósito de facilitar un encuentro con la inmanencia de Dios, produciendo en ellos el deseo de querer llegar a su estatura (efesios 4:13). El “made in” es el sello que informa el lugar de origen de un producto. El latinoamericano debe ser responsable en el aporte que sale de su tierra a la obra misionera, considerando (antes de salir) haber respondido los interrogantes del Qué, Por que y Para que de la misión, Para asegurarse de estar en el campo misionero aplicando el lineamiento de la misión según Jesús y no la aplicación de una construcción paradigmática (denominacional) ajena a la planteada por Él.[1] Cfr. DEIROS. Pablo. Historia del Cristianismo en América Latina. Editorial Caribe. Pg. 618-635[2] Transferencia: Aplicación de procesos de trabajo o aprendizaje ya adquiridos, a situaciones o trabajos nuevos. Se produce cuando algo que se ha aprendido previamente condiciona el aprendizaje de otras habilidades, destrezas o conocimiento. Definición tomada de: Diccionario de Pedagogía y Psicología. Publicado por la editorial cultural. Madrid. 2002[3] Lucas 17:11-19.[4] Lucas 4: 18-19.[5] Conferencias de ética mundial de la fundación weltethos. Teólogo: Hans Küng. 21-03-2007[6] PADILLA Rene y Yamamori Tetsunao, La iglesia local como agente de transformación, ediciones Kairos, Buenos Aires 2003 Pág. 70.

MUCHO MAS QUE UN FISICO

Temprano en la mañana mientras mi amigo Francisco desayunaba con una suculenta arepa con queso, acompañada de una tasa de café recién colado, recibió una llamada; era el coordinador de la junta de misiones del distrito, informándole que la solicitud que había enviado para enrolarse como misionero a un país del medio oriente fue aprobada: ´”tu parecido físico fue la razón principal en el momento de la elección” – dijo el coordinador de la junta-. Conmocionado por la noticia, francisco se preguntó ¿Solo por la similitud física?...Francisco es la muestra una realidad presente en el ámbito misionero, ya que el físico ha tomado un lugar preponderante como medida estratégica para el envío de obreros al campo. Se dice que los latinoamericanos poseemos similitud física con los habitantes de países pertenecientes al Medio Oriente, Euro-Asia o África del Norte.El darnos cuenta del parecido físico entre latinos y otros grupos étnicos ha tenido relevancia a raíz del problema de adaptación y comunicación que se ha presentado desde hace ya unos años con los obreros de las potencias misioneras, provenientes de países del “primer mundo”. Por otro lado, los conflictos políticos y religiosos entre los gobiernos de estas poblaciones nombradas (mayormente orientales), y las naciones enviadoras de misioneros (Norteamérica y Europa) han agudizado la situación.Al respecto se han hecho campañas por parte de algunas agencias misioneras para el reclutamiento y envío de latinos; a lo que Federico Bertuzzi reacciona diciendo: ´´nos toca a los latinos tomar la antorcha´´[1]. Todo esto me lleva a considerar que tenemos mucho mas que un físico para aportar al campo misionero. La conciencia de misión y la preparación teológica que hace varias décadas se ha generado y producido en América Latina, nos da el lugar en la mesa de trabajo junto a los estrategas ya existentes. Haciendo necesario considerar que nuestro aporte como latinos en el campo misionero hoy día es producto de una preparación madura teniendo en cuenta la gran responsabilidad que esto implica, no por una simple similitud genética. En las olimpiadas cada uno de los que llevan la antorcha forma parte de un equipo, en el cual todos por igual (principiantes y veteranos) participan de la elaboración estratégica de la carrera.Con esta reflexión no pretendo el reconocimiento, sino un llamado de alerta a fin de optimizar el proceso y así llegar a nuestro fin último: presentar el mensaje de Jesús en el evangelio.[1] BERTUZZI. Federico, Lecciones y modelos de misiones desde América Latina, Iglesia y Misión, septiembre 1997, No 61 volumen 16, pagina 6-12.

LUCERO DE LA MAÑANA

Hoy siete de septiembre muy temprano en la mañana amanecí con el deseo de escuchar música de mi patria Venezuela; mientras tomaba mi baño matutino apresuradamente para comenzar mi jornada diaria, coloque mi equipo de música con una producción Venezolana donde Ilan Chester interpretaba “lucero de la mañana” del cantautor venezolano Simón Díaz, esta canción la escucho desde mis años de infancia, pero fue esta mañana que tomo otro sentido el mensaje que ella presenta, al conectarla con una lectura de mi clase de historia de teología latinoamericana.El texto que leía relataba la forma en que un esclavo cortejaba a una mujer atraído por el amor eros con el cual estamos dotados todos los seres humanos sin distinción de raza o credo. Este cortejo se daba con permiso de su amo o patrón ya que después de su larga jornada de trabajo caída la noche este esclavo salía a otro lugar (posiblemente otra hacienda o algo parecido) a visitar a su bien amada en medio de la oscura noche.No se si tendré la oportunidad de preguntarle a Simón Díaz si el pensaba en este contexto histórico al escribir la estrofa “lucero de la mañana préstame tu claridad para alumbrarle los pasos a mi amante que se va, si pasas algún trabajo lejos de mi soledad, dile al lucero del alba que te vuelva a regresar.”Pensé en mis compatriotas venezolanos que en los últimos años han tenido que decir adiós a sus seres queridos por partir en búsqueda de un futuro promisorio que les depare el sentido se seguridad de provisión de las necesidades básicas para una vida digna, que nuestro país les niega por una razón u otra. Ante esta realidad la estrofa compuesta por nuestro amigo Simón quizá se torne en el sentir de Félix y Dilia al ver partir a su hija Mirna a la tierra azteca, el de Mery y Eduardo al recordar a su nieto Diego donde por vía telefónica es el medio para la expresión de cariño, el de Mimina al pensar en la soledad de su hijo Leonardo e su transitar entre México y Texas donde pudo encontrar una plaza de empleo, o el de Stefany al derramar sus lagrimas donde no pudo tener a su tío Júnior en la celebración de sus quince y todo aquel que experimenta la tristeza ante la ausencia del ser querido. Disculpen mis amigos los cuales vivan esta triste experiencia cuyos nombres no aparecen en mi reflexión, pero hablo desde la experiencia observada en el último viaje a mi país Venezuela entre mis familiares, pero la periferia de este drama lastimosamente es tocante al que una vez dijo adiós (quizá el ultimo adiós) al final del pasillo de algún aeropuerto.La descripción observada fue un día mi realidad vivida, quizá con mucha mas incertidumbre en el destino que me esperaba que la de mis queridos familiares ya nombrados, ante esto tome la decisión firme de buscar de Dios como nunca antes, para mi sorpresa el se manifestó en mi vida como nuca antes y guió cada uno de mis pasos y hoy puedo disfrutar de la compañía de esos familiares que dijeron adiós un día al final de un pasillo, son los mismos que con sus brazos abiertos me reciben en el aeropuerto cada vez que los visito y ni les cuento la alegría de Ana (mi madre) que al verme partir un día aguantando sus lagrimas decía “yo se que es por tu bien”, frase que se a vuelto el consuelo de muchas madres.Lo conocido en ocasiones es inaguantable; pero muchas veces lo desconocido nos depara sorpresas agradables o no. Muchos esclavos que transitaban caminos oscuros por las espesas noches echaban mano de las luciérnagas, las cuales colocaban en ciertos envases amarrándolos a sus pies y con ellas alumbraban el camino, pero esa luz alumbraba solo para dar el siguiente paso, por lo que eran cuidadosos en cada uno de sus pasos; muchas veces en la búsqueda de la seguridad queremos ver alumbrado todo el camino a recorrer y la mayoría de las veces tenemos que depender de unos pocos centímetros alumbrados para dar el siguiente paso; Esto me llevo a desarrollar lo que yo llamo fe, no en las circunstancias ni la gente si no en Dios; ese Dios impalpable pero internalizado en mi vida y manifestado en mi andar.Él fue y es mi lucero de la mañana, que desde el ojo del huracán en Latinoamérica (Colombia) me permite disfrutar de la delicia de vivir con su direccion perfecta y poder compartir mis reflexiones con cada uno de ustedes y para ustedes.